Texto sujeto a revisiones
Me despierto en un tren equivocado
camino del Norte.
A mis pies, mi maleta verde.
Gente amable
y un operario vestido con mono azul que me pregunta.
¿Hacia dónde iba yo?
Me despierto en la cama que ocupé de niña,
donde soñaba con hilos de colores
y con anhelos adolescentes.
Tras la ventana
me saludan las hojas de otoño
—diez mil matices entre el verde y el marrón—
enmarcadas en niebla.
El abrazo de mi madre huele a limón.
En la cocina,
zumo, café, tostadas y mermelada de naranja inglesa.
En el baño,
la lejía y el aguarrás se alían sin éxito contra una mancha rebelde.
El portátil arrulla palabras amigas.
… No sabe el Google Earth nada de esto.
Me gusta, Mir. Lo he sentido como un viaje a un pasado dulce y tierno. Un abrazo de melancolía.
ResponderEliminarBesos.
Tan solo hay una imagen relativa al pasado. Las demás son bien presentes.
ResponderEliminar¡Gracias, Tali!