La ropa de trabajo es un traje de buzo;
los pendientes, badajos de campana y péndulos.
Pesa cada kilómetro en mis zapatos.
Mi Anita Confort semeja el corsé de Escarlata O'Hara.
Mi pulsera de margaritas parece un grillete.
Soy un camello con la mochila al pecho.
La jornada me duele en los huesos.
¡Bendito sea mi viejo chándal
y la liberación de mis zapatillas!
Genial :)
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