El blog de María Isabel Redondo.
Cita: de estos aires nunca se preocupa uno desde el valle.
Imagen: una niña sentada en un valle. A su espalda está el mar y, más allá, una montaña azul en cuya cima brilla una estrella.

Imagen:La niña se ha puesto de pie, y ahora mira hacia el mar, la cumbre y la estrella.

domingo, 28 de febrero de 2010

El himno a la Alegría

Nosotros (yo, tú, él...) somos el himno a la Alegría que canta Dios cada mañana.

sábado, 27 de febrero de 2010

La lógica de mi alumna

—… usamos P para ir al párrafo siguiente y MAYÚSCULAS P para ir al párrafo anterior —le explico a mi alumna de 3º de ESO.


—Como en el Daisy Player —asocia ella, que se sabe mejor que yo los comandos, muy acertadamente.


—Puede ser, ya que el autor le ha puesto órdenes del Reproductor de Windows y de otros programas conocidos, para que nos sea más fácil.


—¿Le conoces?


—¿Al autor? Sí, claro, es un colega mío. Otro instructor.


—Pero entonces, el Daisy Player tiene que tener muy pocos años.


—Bueno, ya tiene unos cuantos, aunque han salido varias versiones.


—¿Y todavía sigue de instructor? —Trato de explicarle que, por el hecho de haber escrito un programa, no le ascienden a uno de categoría—. Es que, si ha hecho el Daisy Player, debería de estar...


Entonces caigo en la cuenta de lo que le ronda por la cabeza.


—¿Quieres decir que no debería de estar vivo?


¡Eureka!


Le digo que la informática avanza muy rápido, que lo normal es que el autor de cualquiera de los programas que ella maneja, o de una parte del mismo, esté vivo… e incluso sea joven. No como los autores de los libros que estudia en Literatura.


—Es que esos están todos muertos.


Sonrío.


—Eso es porque aún no estás estudiando a los contemporáneos, mujer.



Así que ya lo sabes, Manuel: según la lógica de mi alumna, deberías de estar muerto y, de paso, figurar en lugar preferente en las enciclopedias de Informática.


¡Ya solo falta que un día, cualquiera de mis alumnas me pida que le consiga un autógrafo tuyo o se líe la manta a la cabeza y funde un club de fans de Manuel Valentín!


Gracias a los dioses, la «Interné» está contribuyendo a desmitificar a los creadores (artistas, autores, etc.).

viernes, 12 de febrero de 2010

Laberintos

Se sentía atrapada. De niña, pensaba que los laberintos existían solamente en las películas. De adolescente supo que, quizás, el peor laberinto era el que se decía en aquel cuento árabe: uno sin muros que rodear ni puertas que descerrajar: el Desierto, así, con mayúscula. Experimentó lo que era estar rodeada de murallas para que no tuviera más remedio que alzar hacia el Cielo la mirada. Aprendió lo que significaba encontrarse en un callejón sin salida. Y encontró que la salida, a veces, es coger un bolígrafo azul y ponerse a hilvanar frases para ordenar el mundo («No reordenas el mundo; te ordenas tú»). O, sencillamente, dejar que las cosas fluyan mientras te abandonas en las manos de Aquel que más te quiere, del Dios que «Cuenta el número de las estrellas» y «a cada una la llama por su nombre».

jueves, 11 de febrero de 2010

Pez y camello

Se están perdiendo las formas. ¡Hasta mi decodificador de la TDT tiene un juego! Mi teléfono móvil trae una cámara de fotos incorporada, así como una grabadora de sonidos. Hoy en día, los teléfonos son ordenadores y los ordenadores teléfonos. Cada vez más se diluyen las fronteras, para bien y para mal. Al fin va a ser verdad el dicho de mi padre: «Mezcla de pez y camello».

Paláu vs. Alborada

En la sala de estar del geriátrico, un anciano piensa si todavía, aunque sea desde el balcón del Cielo, su mamá le seguirá mimando. Mientras tanto, otra de las residentes, la ciega que hace punto cerca de la ventana, se pregunta si la paloma subió por fin a la loma.

La imagen muestra el fragmento de una página de la cartilla Paláu, sobre el cual aparece, en transparencia, el dibujo de un texto en braille.

martes, 9 de febrero de 2010

Alguna araña

Foto de la ventana de la cocina, con la cortina descorrida.Harta sin duda de ver la ventana de mi cocina con la cortina descorrida día tras día, alguna araña ha intentado esta noche tejer su tela sobre ella. ¡Pobre!, no sabe que a mí me gusta la luz.

lunes, 8 de febrero de 2010

La fuente nueva

La fuente, en forma de piscina, proyecta hacia arriba una fila de chorros de diferentes alturas.La fuente nueva, esa que han hecho en forma de piscina, da pingoletas blancas de cotento. Para ella hoy hace un día estupendo: llueve a cántaros.

sábado, 6 de febrero de 2010

La fantasía no tiene patria

«La fantasía no tiene patria»

Ilken

jueves, 4 de febrero de 2010

Soledad

Me ovillaré en erizo de diamante, mientras en mi lengua recuerdo a qué saben las murallas.

Sin camino ni fuente.

Este valle de fábricas de tristeza

«Este valle de fábricas de tristeza»

Joaquín Sabina. Cerrado por derribo

miércoles, 3 de febrero de 2010

Seis piezas de LIJ

por Santiago Gallego.

Portada de Seis piezas de LIJ

¿Un manual más para criar polvo en las estanterías? ¡No! ¿Un libro de recetas? Tampoco: ya sabemos que las fórmulas magistrales solo existen en farmacia, y cada día menos. Entonces, ¿qué es este libro que acaba de salir a la venta, editado por Vision Libros?

Ante todo, un excelente manual sobre la escritura de LIJ (Literatura Infantil y Juvenil), si bien extrapolable a la escritura de historias (relatos, novelas, etc.) en general.

Haciendo gala de su extraordinaria capacidad de síntesis, Santiago Gallego nos presenta, con una exposición diáfana donde no falta ni sobra nada, estas seis «piezas» en las cuales resume la esencia de la escritura para niños y chicos. Está todo: de dónde salen las ideas para una historia, la «personalidad» de los personajes, el escenario, la estructura narrativa, el ritmo, la verosimilitud… ilustrado además con multitud de ejemplos de los grandes maestros —famosos o no— de la LIJ de los últimos cincuenta años. Unos textos, ¡ay!, tan buenos que dan ganas de llorar y no volver a escribir una línea de LIJ (ni de literatura, si a eso vamos) en lo que queda de vida. También, por otra parte, le entran a uno ganas de asaltar la biblioteca municipal y llevárselos todos.

No obstante, lo que diferencia a este libro de otros de temática similar, es el planteamiento que le da el autor, quien desde un principio nos hace reflexionar sobre el hecho de escribir y preguntarnos por qué se hacen las cosas. De su mano y de la de los grandes escritores, nos adentramos por este terreno que, lejos de ser árido, resulta tan apasionante que, como sucede con las mejores novelas de intriga, no podemos dejar de leer.

Solo se echa de menos un apéndice o capítulo séptimo que englobara las características más relevantes de los niños de las edades para las cuales pretendemos escribir, y además, enlazando con las consecuencias que estas tienen en LIJ. En esta línea, no estarían de más algunas orientaciones básicas con respecto a la extensión de los textos.

Os puedo asegurar que quien lo lea no va a quedar decepcionado.

Ah, no es por destripároslo, pero al final el asesino es el mayordomo :-)

martes, 2 de febrero de 2010

El contador de historias

Los libros están llenos de magia. Existen carriles en el universo que conectan entre sí las más diversas realidades, una especie de atajos, de hilos de Ariadna en la urdimbre del mundo, tendidos entre los puntos más distantes. Existen unos vasos comunicantes entre las personas. O tal vez seamos nosotros mismos, a modo de concentradores, quienes conectamos unos corazones con otros.

Sea como fuere, sumergida como estoy en la lectura de El contador de historias, de Rabih Alameddine, y aun a pesar de que la novela todavía no ha logrado «engancharme», el caso es que no hago más que encontrarme a cada paso con frases maravillosas que me remiten por asociación al recuerdo de alguna persona más o menos cercana.

Portada de El contador de historias

Empezando por el párrafo inicial, que diríase escrito para todos nosotros, los que soñamos con ser, al tiempo que intentamos con todas nuestras fuerzas serlo, escritores:

«Escuchad. Dejad que sea vuestro dios. Dejad que os guíe en un viaje hacia los confines de la imaginación. Dejad que os cuente una historia».

Y, también para todos nosotros:

«No hay nada peor que un músico reticente. Todos esos “no sé si puedo” o “la verdad es que no estoy preparado” no son más que cuentos de mierda. Si alguien te pide que toques, tú toca. Disfruta del momento y no te quejes».

Para Tali:

«La fe es el enemigo de cualquier contador de historias».

Para Káralan:

(Ismail habla sobre lel día que escuchó por vez primera a un hakawati, un contador de historias).

«¿Cómo puedo describir la primera vez que me topé con mi destino? Un fuego divino me ardió en el pecho, mi corazón brilló. En comparación mi vida hasta entonces había transcurrido a un ritmo triste e indolente. […] ojalá pudiera hacerte partícipe de lo que se siente cuando uno se alinea por fin con los deseos que Dios le tiene reservados. Había recibido la llamada».

O esta otra:

«—No es una buena historia. No nací sabiendo tocar el oúd. Aprendí luego.

»—Lo único que haces es recordar cómo se toca, querido […]. Recuperar lo que siempre has sabido».

Para Santi

«Por buena que sea una historia, lo importante es cómo se cuenta».

Y para finalizar, esta maravilla, que me ha hecho decidirme a escribir este artículo. Para todos los escritores:

«Puedes recorrer el mundo en busca de grandes historias, pero al final, las mejores vendrán a ti».

lunes, 1 de febrero de 2010

Ya está a la venta la segunda edición de los Cuentos del murciélago goloso

Portada de los Cuentos del murciélago goloso, segunda edición


Érase una vez un grupo de alumnos y profesores que coincidimos en el taller avanzado de Literatura Infantil y Juvenil (LIJ) de finales de 2007 de la Escuela de Escritores. Al terminar este, sentimos la necesidad de seguir juntos, compartiendo vivencias, sueños y, sobre todo, cuentos. Así nos convertimos en los autores LIJ-eros.

Fruto de estos «vasos comunicantes» literarios, de aquel hacernos y rehacernos cada día, redescubriéndonos en los ojos y en el corazón del otro, nació un libro titulado Cuentos del murciélago goloso, una colección de ocho cuentos para niños de entre 6 y 8 años.

Estábamos tan orgullosos de lo guapa que nos había salido la criatura, que decidimos presentársela a la ONCE, la cual nos concedió una subvención para que ese proyecto pudiera hacerse realidad.

Y ocurrió que este pequeño murciélago nuestro voló muy alto y muy lejos, hasta colarse en bibliotecas y colegios de distintos lugares de España (Andújar, Las Rozas, Las Matas…), del mundo (Australia, Alaska, dos cuidades llamadas ambas Grainsville...) y hasta de ese otro mundo, tan grande y tan cercano, que conocemos con el nombre de Internet.

Ahora Vision Libros publica una segunda edición, con un vestido —eso que en los libros se llama portada y contraportada— más elegante, pero cuyo contenido sigue siendo el de siempre. Agilidad y variedad son sus mayores virtudes.

Y como yo no voy a decir lo buenos que son estos cuentos porque soy muy modesta y además no quedaría bien… os transcribo las palabras que en su día nos regaló nuestra buena amiga Kristen, también escritora: «La indigestión de los buzones contiene una idea tan sumamente original como intrigante. La capa del príncipe Rastopoff posee el encanto de los cuentos tradicionales. La plaza del ladrillo retrata muy bien el intimismo de los lugares pequeños e incluso la nostalgia. Blas el jenio... es realmente divertido. El misterio de los cocodrilos... posee un toque a lo Rodari que no es tan fácil de imitar. Frida nos presenta un momento mágico de la más tierna infancia. La ovación está magistralmente escrito, con un ritmo imparable. Y La pastora de caracoles es una magnífica historia de conversión».

Dicho todo esto, ¿qué hacéis que no lo estáis comprando ya? :-))