El blog de María Isabel Redondo.
Cita: de estos aires nunca se preocupa uno desde el valle.
Imagen: una niña sentada en un valle. A su espalda está el mar y, más allá, una montaña azul en cuya cima brilla una estrella.

Imagen:La niña se ha puesto de pie, y ahora mira hacia el mar, la cumbre y la estrella.

martes, 26 de octubre de 2010

Seis piezas de LIJ, de Santiago Gallego, disponible de forma gratuita en su versión informática

Por deseo del autor, Seis piezas de LIJ, el excelente manual de Santiago Gallego sobre escritura de Literatura Infantil y Juvenil (extrapolable en muchos casos a la escritura en general), está disponible en la red para su descarga de forma gratuita, en formato pdf.


«Es de dominio público, al menos en la red; de libre acceso y distribución por tanto. Ahora, no deben lucrarse con él, y en caso de que lo usen para trabajos de algún tipo, lo elegante es citar la fuente. A continuación, les dejo los variados links de descarga, así como el de una pequeña reseña de la página quedelibros.


http://www.mediafire.com/?jrl6i6jy2csgawo http://www.gigasize.com/get.php?d=d3lff0wpogd http://www.megaupload.com/?d=T8M3VQ5E http://rapidshare.com/files/412363130/SEIS_PIEZAS_DE_LIJ__Santiago_Gallego_.pdf


Y de la reseña:
http://www.quedelibros.com/libro/72572/Seis-Piezas-de-Lijpdf.html».

Sin embargo, el enlace que yo recomiendo es este:
http://revistababar.com/wp/wp-content/uploads/SEIS-PIEZAS-DE-LIJ-Santiago-Gallego.pdf


Para compar la versión en papel, no tenéis más que buscar el título en Google.


Artículos relacionados: Seis piezas de LIJ.


lunes, 25 de octubre de 2010

Ejercicios de escritura

Escribir tan solo por la disciplina, por el mero placer de unir las letras y las palabras para componer frases que reordenen el mundo: que me reordenen a mí en el mundo. Hasta en un SMS podemos volcar el corazón, si se hace bien. ¿Qué palabra mágica acertará de lleno en la diana de la hondura? Porque sabemos, todos los que escribimos, que las palabras tienen magia.

Dejar que salga todo, aunque no sirva sino como estéril desahogo. Esta provisionalidad, esta tristeza infinita, este sinsentido. En medio del caos y del derrumbe, las palabras siguen manteniendo su lógica.

Los árboles del río


Antes de quedarse calvos, los árboles del río soñaron con ser rubios.




miércoles, 13 de octubre de 2010

A veces, el alma se merece un descanso

«A veces, el alma se merece un descanso».

(Kristen Rawhide)

Dos citas desde la India

No me atraen las biografías, prefiero la literatura de ficción. Pero El sari rojo, de Javier Moro, me ha regalado dos frases inolvidables:

«Sé valiente, y el resto vendrá solo».

(Nehru)


«Pero el dolor es algo distinto. No se puede olvidar ni superar. Hay que aprender a vivir con él, integrarlo en el propio ser y hacerlo parte de la vida».

(Indira Ghandi)

miércoles, 6 de octubre de 2010

El abrazo de la luna nueva

Hay un día, un momento, en que todo empieza a cambiar, sin que se sepa —como ocurre las más de las veces, cuando podemos identificar a ciencia cierta un acontecimiento, una persona, algo, como vértice del punto de inflexión— qué es lo que ha invertido los potenciales electroquímicos para que todo, lo mismo de siempre, marche mucho mejor. Ni siquiera coincide ese momento con la primera luz del alba, como sin duda encantaría a los poetas, ni con lo más sombrío de la noche; ni aun con ese rayo verde que dicen que se ve en el segundo en que se oculta el sol. Es tan solo un instante cualquiera y sin motivo, el más humilde grano en las arenas del Tiempo, pero un instante, al fin y al cabo, de eternidad. Un carcelero invisible, inadvertido, viene a liberarte, y todo se suaviza y te encuentras con que tu celda vuelve a convertirse en tu propio santuario. Y esto —misterio y maravilla— sucede sin tu control y sin intervención alguna de tu voluntad. No hay mérito que pueda ganarlo, como no sean las inciertas Paciencia y Esperanza, o el poder de tu grito cuando pides ayuda al universo entero porque ya no puedes más. Como las grandes cosas de la vida, puede abarcarse en el hueco de las manos o del corazón y solo cabe disfrutarlo, que es además la mejor manera de agradecerlo. «Retén la dicha como lo harías con un pájaro en la mano» (Jaime Borrás).


Mientras tanto, «en la noche del mundo tan sombría», esperamos los que no hemos sido favorecidos aún, en este valle de la sinusoide, por tal momento de gracia, luchando cuando podemos contra el desánimo y la ley de inercia, auxiliados por la dulzura y el pequeño rescoldo de la esperanza. «Aguardamos la alegre esperanza» (Liturgia de las Horas).