El blog de María Isabel Redondo.
Cita: de estos aires nunca se preocupa uno desde el valle.
Imagen: una niña sentada en un valle. A su espalda está el mar y, más allá, una montaña azul en cuya cima brilla una estrella.

Imagen:La niña se ha puesto de pie, y ahora mira hacia el mar, la cumbre y la estrella.

sábado, 24 de abril de 2010

Cuentos gamberros. ¡Preparados, listos...!

Portada del libro Cuentos gamberros Un pedo capaz de apagar estrellas. Una niña que puede estar en dos sitios a la vez. Un sapo mutante amigo del abuelo. Un monstruo terrorífico que vive dentro de un inodoro singular… Los matones del colegio contra un «Equipo A» que haría palidecer de envidia al de la tele… Una gamberrada para reconciliar a tres amigos… y otra que culminará con la más invisible de todas las venganzas.
Emoción, intriga, humor y, sobre todo, mucha acción gamberra es lo que encontrarás en este libro. ¡Pasa… si te atreves!


En 2008, los autores LIJeros presentamos los Cuentos del murciélago goloso, un libro que voló lejos: hasta diversas bibliotecas y colegios del mundo, desde Alaska hasta Australia. Ahora, dos años después, cada cual desde su particular provincia del ciberespacio, nos hemos reunido de nuevo para contaros nuestros cuentos más gamberros.

ESTAD ATENTOS. MUY PRONTO PODRÉIS CONSEGUIR ESTE LIBRO.

SEGUIREMOS INFORMANDO.

Artículos relacionados: Los CUENTOS GAMBERROS, disponibles en versión e-book, Los CUENTOS GAMBERROS, ya a la venta, Los CUENTOS GAMBERROS, en la Feria del Libro de Madrid, CUENTOS GAMBERROS. ¡Preparados, listos...!, YA ESTÁ A LA VENTA LA SEGUNDA EDICIÓN DE LOS CUENTOS DEL MURCIÉLAGO GOLOSO.


miércoles, 21 de abril de 2010

El mejor ansiolítico

Un libro —o un cuaderno— es el mejor ansiolítico.

martes, 20 de abril de 2010

CRC

Escritura en redundancia cíclica.
Un gato que se enrosca sobre sí mismo
con todo cuanto tiene, cuanto es,
en ovillo de lágrimas,
inclinado en precario sobre el brocal del mundo.
Duelo entre el desaliento y la esperanza.

Vallas

Entre los tejados cubiertos de nieve, asoman dos agujas de la catedral

Si me vallaron la catedral, rezaré en el parque, que es gratis. Bajo la bóveda del cielo y las vidrieras de las telarañas perladas de rocío. Con la música de las fuentes y los pájaros.

Lo bueno de ser poeta y no arquitecta, es que las palabras no se pueden vallar: son del aire, del mundo, de todos.