El blog de María Isabel Redondo.
Cita: de estos aires nunca se preocupa uno desde el valle.
Imagen: una niña sentada en un valle. A su espalda está el mar y, más allá, una montaña azul en cuya cima brilla una estrella.

Imagen:La niña se ha puesto de pie, y ahora mira hacia el mar, la cumbre y la estrella.

sábado, 31 de diciembre de 2011

¡Feliz 2012!

Que el nuevo año
sea casa para todos
y que su fuego
lo alimente el agradecimiento
por lo ya vivido,
por las personas entrañables,
por los regalos del corazón.

¡FELIZ 2012!

viernes, 30 de diciembre de 2011

En tu cesta, canciones

A David Carretero

En tu cesta, canciones.
Cual frutas escarchadas
y bolas de cristal
donde anidan secretos.

¡Quién fuera niña!,
y qué noche cualquiera
fuera noche de Reyes
para abrir una sola
y probar su dulzura
cual fruta de Aragón mediterránea:

Sabor de infancia y fuego,
viento y nieve
de estrellas milenarias.

martes, 20 de diciembre de 2011

Mamá dice que el sol no alimenta (Radio María. Ecuador)

Siempre es un honor que alguien dé a conocer al mundo uno de tus cuentos. Y más cuando ese alguien lo hace poniendo en ello todo su cariño y su buen oficio. Así ha ocurrido con este Mamá dice que el sol no alimenta, que no solo se ganó un huequecillo entre los Cuentos del doctor Tiritas para arrancar una sonrisa a los niños ingresados en los hospitales, sino que un día, ni corto ni perezoso, decidió cruzar de un brinco el Atlántico y plantarse en Ecuador, donde Mayra, La abuela que vuela, lo acogió en su regazo. Como niño que es, jugó a vestirse del castellano que hablan allá, y a volar cabalgando a lomos de las ondas hertzianas. Así, llegó hasta los pequeños que aún escuchan los cuentos de la radio, igual que nosotros cuando éramos niños (aunque los alternábamos con los cuentos leídos y los cuentos de la tele). Hasta que cierta tarde pasó volando junto a mi ventana y, todo chulo, me saludó con la mano desde el cielo. «Soy igual, soy distinto», gritaba.


Fue una verdadera sorpresa, un auténtico regalo. Porque ahora tengo dos cuentos que son el mismo y son de todos.


De esta manera lo emitió Radio María, de Ecuador. ¡Gracias a todos!






miércoles, 14 de diciembre de 2011

... Y una vez más

Otro mensaje navideño, eco del anterior.

Iluminación navideña

… Y una vez más, las palabras se quedaron en blanco, sin hallar la manera de decir lo importante. Así que acudieron al Silencio con mayúscula, el que sostiene, desde la hondura, como un oleaje, todas y cada una de las canciones del corazón. Y el Silencio era nieve, y la nieve era cuna, y la cuna abrigó una vez más el humilde, pero vivo, rescoldo de la esperanza.

martes, 13 de diciembre de 2011

Navidad

Arcos de luz navideños

Canta la Estrella
que un hogar es posible
en medio de la nieve.

Dice el abeto
que las lágrimas pueden
ser luces de colores.

Pregona el lloro
de un Dios recién nacido:
«¡Hay esperanza!».

Banda sonora

domingo, 11 de diciembre de 2011

La llama que buscas...

La llama que buscas se llama «Gracias».
La paz que ansías se llama Silencio.

miércoles, 7 de diciembre de 2011

Adviento

Los plátanos enlazan
sus ramas pedigüeñas
para abrazar la nieve.

Como espera la escarcha
el beso blanco de la luna llena.

Como aguardan las calles
ornadas de guirnaldas fluorescentes
el brillo de la Estrella.

Y la mina
donde hibernan tal vez las emociones,
el son de un villancico.

¿Cómo darme a mí misma
juramento y palabra
de que aún el rescoldo sigue ardiendo
en esta bola de cristal de nieve?

(¡Canta, Loreena!).

sábado, 26 de noviembre de 2011

Despertar de sábado

Texto sujeto a revisiones


Me despierto en un tren equivocado
camino del Norte.
A mis pies, mi maleta verde.
Gente amable
y un operario vestido con mono azul que me pregunta.
¿Hacia dónde iba yo?

Me despierto en la cama que ocupé de niña,
donde soñaba con hilos de colores
y con anhelos adolescentes.

Tras la ventana
me saludan las hojas de otoño
—diez mil matices entre el verde y el marrón—
enmarcadas en niebla.

El abrazo de mi madre huele a limón.
En la cocina,
zumo, café, tostadas y mermelada de naranja inglesa.

En el baño,
la lejía y el aguarrás se alían sin éxito contra una mancha rebelde.

El portátil arrulla palabras amigas.

… No sabe el Google Earth nada de esto.

martes, 22 de noviembre de 2011

Espolón

Texto sujeto a revisiones

Espolón de tres naves
mirando a Tierra Santa.
En el crucero el Cid.

¡Qué largo el brazo largo!
Mis pasos se hacen niños.

Lámparas económicas.
Pilares troncos plátanos.

De las bóvedas,
tan sólo ramas nervios
para el artesonado de la lluvia.

Reza laudes cual órgano.

¿Dónde la luz del alba?

jueves, 17 de noviembre de 2011

Como chica con zapatos nuevos

Hoy mi despacho huele a zapatos nuevos. Los viejos mocasines negros a los que sustituyen cayeron en acción después de varios años de intachable servicio. ¡Cuántos pasos, uno detrás del otro, construyendo la vida! Camino del trabajo, del supermercado o de la casa; aliados fieles en mis desplazamientos surrealistas por estaciones y calles desconocidas; compañeros seguros, benditamente cómodos, de paseos por lugares entrañables del alma, esos que me vinculan, como escenarios en la realidad o en el recuerdo, a mis más queridos.

Ya no verán mis viejos camaradas otra noche de Reyes. No serán receptáculo de regalos envueltos en papel de colores ni de reminiscencias de ilusiones de niña.

Y, pues no existe cementerio para los excombatientes de tal clase, terminarán sus días en algún vertedero anónimo, preguntándose acaso si habrá un cielo para los zapatos, como Juan Ramón Jiménez lo deseaba para los pájaros. Un ámbito donde todos puedan jugar a pillar corriendo sobre nubes mullidas de colores.

lunes, 14 de noviembre de 2011

Cada día es mi cumpleaños

Cada día es mi cumpleaños.
Cada hora Dios me regala el mundo.
En cada inspiración me ama.
Con cada espiración me perdona mil males.

La vida es el mejor regalo.

domingo, 13 de noviembre de 2011

La música de las palabras

Cuando no queda nada,
queda la música de las palabras.

viernes, 11 de noviembre de 2011

Mi primer viaje en AVE

Juraría que la funeraria La Soledad, ante la cual pasábamos a veces cuando los padres nos llevaban de paseo por el centro, y que en cierto modo me tenía fascinada, era menos gris que esto.

El color arena de las mesas me recuerda a mi primer viaje, quizás con destino Bilbao.

Todo es suavidad, no hay vibración.

El silencio amortigua, como una manta gris, una conversación en castellano y otra en árabe.

Parto con sol. Me duermo. Al despertar, las nubes se han adueñado del cielo y han cubierto el mundo.

¿Por qué esta tristeza de lluvia anunciada no se quedó ahí atrás, pegada a los raíles?

No hay coordenadas que me asistan; naranjas son los hitos que me anclan al mundo.

Estaciones grises, vastos espacios impersonales dominio de los ecos, brillo marmóreo, cristalino, metálico…; largas caminatas, rampas, ascensores, escaleras… Es el precio que tenemos que pagar por el abrazo del encuentro, por la energía verde clorofílica de la autonomía y la libertad.

Deo gratias.

Interior de un vagón del AVE

jueves, 10 de noviembre de 2011

El hotel sin nombre

El nuevo hotel de la esquina de la plaza llevaba innominado más de nueve meses, hasta el punto de que los vecinos del barrio nos preguntábamos si sería hospiciano. (Esa era la expresión que utilizaban nuestras madres, allá por los tiempos de nuestra infancia, cuando algo no tenía nombre). Claro que en el registro mercantil estaría inscrito de alguna manera, pero quizás bastara el NIF del dueño para identificar el establecimiento, ubicado en un lindo edificio rehabilitado.

El caso es que por fin el hotel debe de haberse hecho mayor, porque lo han bautizado. Se ignora por qué rito, acaso solo sea «un bautizo por lo civil», ya que a ninguno nos han invitado. Pero su nombre puede leerse desde el puente, en discretas mayúsculas blancas contra lo oscuro de la noche, como un título sobre las ventanas que enmarcan capítulos de vidas diversas. Un nombre que sabe a historia y también, por una asociación de ideas puramente personal, a la niña que fui.

martes, 8 de noviembre de 2011

Lorem Ipsum

Lorem Ipsum estaba harto de ser un individuo de relleno. Detestaba que recurrieran a su corpachón para ocupar el hueco libre, siempre antiestético además de políticamente incorrecto, que quedara en la mesa presidencial de algún banquete, convirtiéndose así en vivo ejemplo de la expresión «hacer bulto». Le amargaba verse obligado a improvisar largos discursos sin sustancia. En suma: estaba harto de no pintar nada.

Conforme a su naturaleza, decidió remediar el asunto literalmente, y se matriculó en una escuela de pintura. Pronto, no obstante, descubrió que las musas no le habían otorgado su favor, pues sus diseños eran demasiado lineales y reiterativos para aspirar a ser considerados arte.

Lejos de amilanarse, nuestro hombre se decantó por una versión más modesta de sus vuelos pictóricos y se metió a pintor de brocha gorda. A las pocas semanas, tomó una ayudante de ojos más oscuros y tierras más cálidas, de nombre Lorena. No les fue mal y, mientras al ritmo del merengue y de la salsa vestían de colores luminosos las paredes de las casas de aquel país crepuscular, iban tejiendo sin saberlo el entramado de una vida común.

Sus hijos: Dolores, Oracio y Homero, tuvieron cada cual un lugar propio en el mundo.

"Alguna magia es posible"

"Alguna magia es posible", en ciertos instantes fugaces de colores, y de ella hemos de beber y alimentarnos el resto del tiempo gris.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Liquidámbar

Vigo. Plaza de la Princesa
31 de octubre de 2011

lunes, 24 de octubre de 2011

Pequeña resurrección

Las cosas cotidianas me llevan en brazos.
Me sostiene el ritmo de las palabras,
aunque hoy no pueda aprehender su sentido.
La reja hacia la libertad quizás se abra muy pronto.

martes, 18 de octubre de 2011

Dijo el jardinero

El jardín de Daubigny - Vincent Van Gogh

Dijo el jardinero:

—Si una sola brizna de hierba es capaz de alegrar por un minuto la vida de algún transeúnte, habrá merecido la pena plantar este jardín.

Y siguió adelante, empujando su carretilla gris por el camino de arena mientras silbaba una canción.

lunes, 17 de octubre de 2011

Una nueva semana

SMS para M. L.

Tienes una nueva semana por delante para descubrir el Amor de Dios y la Belleza del mundo.

domingo, 16 de octubre de 2011

Llego a casa

Llego a casa a las siete de la tarde. Me reciben la luz soñolienta, el sielencio, un vaso de agua fresca y un libro.

Green Door

En la esquina de mi calle hay un bar que debió de cerrar el año que mi madre estrenó sus primeros tacones. Las dos ventanas así como la puerta del local, veladas de blanco, se encuentran protegidas por verjas pintadas de verde. ¿Quién se encargará de repintarlas?

El caso es que, en los ocho años que llevo en el barrio, jamás he observado allí la más leve señal de movimiento, el más pequeño signo de vida. Pero el otro día vi levantar la verja a una muchacha vestida de blanco. Empujaba un carrito con ropa igual de blanca que su uniforme, recién planchada.

Ahora sí que me pregunto qué habrá ahí dentro: ¿una lavandería clandestina con mano de obra esclava del siglo XXI?, ¿una residencia de ancianos ilegal?, ¿un comedor social donde los fantasmas del pasado van a disfrutar del menú del día?... ¿o acaso únicamente el almacén de alguno de los dos hoteles próximos?

Estaré atenta en lo sucesivo, no vaya a ser que al fin, en uno de mis recorridos cotidianos por esa acera, vaya a averigur por pura casualidad lo que se oculta tras la puerta verde.


sábado, 15 de octubre de 2011

Al pan pan y al vino vino

Pan y Vino. José Luis Nieto

Para M. V. (Texto sujeto a revisiones).

AL PAN PAN Y AL VINO VINO

Llámale pan al pan
y al vino vino.

Que «pan» sabe a algo bueno
que pide el niño:
«A lo pobre, a lo pobre,
a lo rico».

Que «pan» sabe a trabajo
y a padrenuestro verde
atardecido
en casa de la abuela,

a sopas de ajo
hechas en sartén negra,
«a lo albañil».
A sol y a trigo.

Llámale pan al pan
y al vino vino.

Que «vino» sabe a dulce
seño tranquilo.
Crisol de luz rosada,
gozo y dolor reunidos.

Que «vino» sabe a vid,
a fiesta, a amigos,
a mis padres y abuelos,
al pueblo y a la tierra,
al tiempo mismo.

Llámale pan al pan
y al vino vino.

viernes, 14 de octubre de 2011

El farolero actínico

El ángel despertó. Extendió sus alas nacaradas y las movió dos o tres veces para desentumecerlas. Enseguida, el alba comenzó a teñir de azul el interior de la iglesia en ruinas, señalando el inicio de su jornada de trabajo.

Con la redoma en la mano, se dirigió al ventanal de la izquierda del ábside. Sin duda el maestro vidriero que lo había fabricado conocía bien su oficio pues, cuando la luz solar atravesaba sus cristales de colores, adquiría una cualidad única que invitaba a la oración y al recogimiento. Y algo más.

Fundidas en transparencia con el oro, rubí, lapislázuli, esmeralda, púrpura… que se desprendían de aquel esmalte luminoso, venían las precisas frecuencias matemáticas que predisponen el ánimo hacia estados de armonía. Y el ángel vendimiaba aquellas semillas de alegría y esperanza y las guardaba con cariño de hortelano en su matraz panzudo como un balón.

Cuando la luz del sol giró midiendo el tiempo de los hombres y dejó de incidir sobre la pared este, el ángel emprendió el vuelo hacia aquella ciudad donde siempre es de noche. Y voló de farola en farola, cual mariposa actínica, fecundando la luz desnutrida de las lámparas de bajo consumo que intentan, sin lograrlo, iluminar sus calles.

Una vez hubo acabado de fumigar los árboles de Edison, regresó a la vieja iglesia bañada por la luz de la luna, se encaramó al ventanal de la izquierda del ábside y se fundió con la vidriera a la que pertenecía, para pasar la noche.

Muchos se preguntan cómo es posible que las gentes de las ciudades del norte no mueran de tristeza durante los seis meses de oscuridad.

Vidriera: Cristo con ángeles

jueves, 13 de octubre de 2011

El tiempo y la infancia

Nuestro hombre abre el PowerPoint y construye un castillo de colores con formas geométricas simples. Es que de niño no tuvo un juego de arquitectura de esos con piezas de madera. Cambia de aplicación y escribe un texto, que después pegará al pie de su fantástica construcción para, más tarde, maquetarlo todo con mimo. La felicitación de cumpleaños de su hijo. Selma ha prometido pasar por la juguetería para comprarle el regalo. Pero él no lo verá hasta la noche. No podrá envolverlo en su abrazo hasta que el chico esté ya medio dormido. Y canta. Canta dentro de su cabeza, porque no puede hacerlo en la oficina. ¿Por qué se le habrá olvidado cómo se hacen las canciones? Él sabe que en el parque cercano hay un árbol cuyo tronco está hueco. Sabe que en ese hueco anidan todas las canciones que aún no pudo, que aún no supo escribir. Porque se hizo mayor antes de tiempo, y había que pagar la hipoteca y los plazos del televisor… Y ahora su hijo le reclama con sus manitas suaves todo aquello que no se compra con dinero. «Cuando salga de este cubículo de gallina ponedora, me pasaré por el parque donde jugué de crío, hace tan poco tiempo, y te traeré una copla que hable de globos de colores y mundos en las nubes. A lo mejor también me encuentro allí conmigo y, por una vez, vuelvo entero a casa».

Juego de arquitectura

martes, 11 de octubre de 2011

El folio en blanco

El folio en blanco es un patio donde jugar con las palabras.

lunes, 10 de octubre de 2011

No está todo perdido

Puede que la ciudad en expansión se haya comido los pinares olvidados de mi infancia. Puede que la amargura se haya comido la ilusión. Hasta que los talleres de creación literaria se hayan comido el gozo de escribir… Puede incluso que, según dicen, una panda de neutrinos haya querido figurar en el Guinness y hayan batido su propio récord de velocidad… Pero todavía hoy me sigue haciendo llorar una canción. Y afortunadamente, su matemática sigue siendo inexplicable. No está todo perdido.

jueves, 6 de octubre de 2011

¿Qué delito cometió?

En la puerta del baño de señoras, el icono que representa a la mujer no tiene cabeza ¿Qué delito cometió... para que la decapitaran?

(Estación de autobuses de Aranda de Duero)

Las casas de los pueblos

Las casas de los pueblos se han sentado al sol de la tarde como ancianos.

Pimentón y canela

Ciertamente tu bondad y tu misericordia me acompañan todos los días de mi vida. Aunque hoy sepan a pimentón y canela, y a una presencia amable que me guía por calles desconocidas. A un autobús que sí existe.

(En Roa de Duero)

miércoles, 5 de octubre de 2011

Palabra-luz-enigma

Mercurio blanco,
sodio amarillo,
alumbran mi camino.

Por un segundo,
vuelvo a ser niña,
fascinada por nombres de colores.
Cada voz, un enigma.
«Mamá, ¿qué es vitalicio?».
Paseo de la mano de mi padre.
Zapatos de domingo…

Soñolienta, la tarde
se acuesta antes…

… y yo he crecido.

martes, 4 de octubre de 2011

Semilla-estrella

Solo tiene una estrella la mañana que es noche.
Septiembre ya es octubre y quiere ir a la escuela.
Me sonríe la raja de melón de la Luna.
Un cascabel angélico acompaña mis huellas.

Y voy por mi camino, sagrario de saudades,
maternal envoltura de una dulzura nueva.
Una sola semilla ponen hoy en mis manos:
el árbol luminoso acaso brote de ella.

Shalott

Shalott. Tiembla tu sombra en el azogue
al compás de las llamas.

En tu lado del mundo,
azules son los muros de tu torre,
donde frías pantallas
guardan la integridad de los parámetros.

¡Que la urdimbre
de mi tapiz se vuelva cuerdas de arpa,
y mi voz hará el resto!

Velando estoy, adoratriz nocturna,
el ovillo-sagrario de tu ausencia.

viernes, 30 de septiembre de 2011

Cuando todo se ha perdido

Cuando todo se ha perdido, todo puede ser encontrado.

jueves, 22 de septiembre de 2011

Mamá dice que el sol no alimenta (Los Cuentos del Dr. Tiritas)

«Los Cuentos del Dr. Tiritas» es un proyecto de la Asociación Cultural Delenda est Carthago. Su objetivo es reunir un montón de cuentos infantiles coloreables para leerlos en hospitales a niños enfermos, repartirlos por salas de espera, y alegrar las horas de pacientes y acompañantes.

En su día, la comisión correspondiente seleccionó mi cuento Mamá dice que el sol no alimenta, para incluirlo en este ramillete. Es un honor compartir el proyecto con tan buenos cuentistas e ilustradores, una alegría que mis palabras vuelen por el mundo con destino a las manos y al corazón de algún niño armado con sus lápices de colores, y una gozada verlas en compañía de la simpática ilustración de Pedro Belushi. ¡Gracias, Pedro! ¡Gracias a todos!

Y aquí lo tenéis. Podéis verlo, imprimirlo o descargarlo haciendo clic en el título del cuento, o directamente debajo de estas líneas. Espero que os guste.

viernes, 16 de septiembre de 2011

Desencuentro

A Jesús, Elena, Raquel, Rosa y Eugnia, con quienes tuve el placer de compartir un taller exprés de la Escuela de Escritores de Burgos, en el seno del cual nació este texto:


DESENCUENTRO


La araña quería ser un gato para maullarle a la Luna.

—Isidoro, enséñame a maullar —pidió al minino de la casa, que estaba enroscado en su cesta.

Pero, claro, él no entendía su idioma.

Molesto por haber sido despertado, pegó un salto y destrozó, en tres arañazos, la tela que a ella le había llevado tanto tiempo tejer.

Por las noches, la araña canta a la Luna bajito, en su lengua que solo ella comprende. Al gato no le canta nadie. Pero a veces sueña que es una araña, y ronronea…

lunes, 5 de septiembre de 2011

Llora el otoño

dos hojas caídas



Llora el otoño
la ausencia del verano
con hojas tricolores.

domingo, 21 de agosto de 2011

Reloj

reloj de pared

Albero de luna llena
donde patinan los días
del gozo y de la tristeza.

Que tu canción me acompañe
como una nana serena.

Vigo, 20 de agosto de 2011

martes, 26 de julio de 2011

Los últimos versos

Hace algunas páginas (virtuales), hablaba de los «cálidos rinconcillos» donde algunos autores me habían acogido tan cariñosamente, cada cual a su manera. Ahora es Andrea Pelegay (con quien he tenido el privilegio de compartir un taller de escritura) la que, en su blog Perros que olfatean flores invisibles, le ha hecho un hueco entre cojines verdes y naranjas a un pequeño texto que escribí a vuelapluma en una libreta de pastas duras, durante una espera en la estación de Burgos.

¡Gracias mil, Andrea!

Dejo aquí el vínculo a esta pieza, titulada Los últimos versos. El mismo post ya está enlazado también en la sección «En otras provincias virtuales», al margen derecho de este mi propio blog.

martes, 19 de julio de 2011

La ONCE convoca la XXV edición de los Premios "Tiflos" de Poesía, Cuento, Novela y Periodismo

La ONCE (Organización Nacional de Ciegos Españoles) convoca por vigésima quinta vez consecutiva los Premios TIFLOS: XXV Premio de Poesía, XXII Premio de Cuento, XIV Premio de Novela y XIV Premio de Periodismo.

«Con esta convocatoria se pretende fomentar la creación literaria en lengua castellana, entre quienes tengan tales inquietudes, de cualquier país, promocionando la escritura literaria entre las personas con ceguera o deficiencia visual grave, sensibilizando a los medios de comunicación acerca de la importancia de su labor en lo que afecta a la supresión de barreras y a la necesaria integración de las personas con discapacidad en la sociedad».

Pueden participar escritores de cualquier país, mayores de 18 años, siempre que presenten sus trabajos en lengua castellana. Los originales deberán enviarse antes del 31 de octubre de 2011.

Aquí podéis acceder a las Bases completas.

domingo, 3 de julio de 2011

Sin comentarios

En una papelera hay pegado un cartel: deposite aquí su voto
Bueno, solo uno: este ha leído Los cabecicubos.

miércoles, 22 de junio de 2011

Sueños que se cumplen

A mediodía, encontré en el buzón una carta en cuyo anverso podía leerse:

Este sobre está lleno de sueños que se cumplen.

¡Lástima que al final tan solo se tratara de un anuncio de un préstamo personal!

Tus palabras aguardan dormidas

A Mary-Luz

Tus palabras aguardan dormidas, soñando con las canciones que tejerán cuando se despierten.

martes, 21 de junio de 2011

Mis alas rotas

«En la piel de una gota
mis alas volvieron rotas
y entre otras cosas
ya no escriben con tinta de luz.»

Héroes del Silencio. En brazos de la fiebre.

domingo, 19 de junio de 2011

Las benditas e "inútiles" canciones

Hace poco me comentaron que cuando los ancianos pierden la memoria, de lo último que se olvidan es de las canciones. Hemos tenido ocasión de comprobarlo hace unos días, con una persona muy querida. Esto me hace agradecer una vez más la existencia y el buen oficio de los trovadores, y bendecir por enésima vez su «maravillosa inutilidad».

Unas de las primeras maestras que me mostraron el cariño y el mundo, la palabra y la música: la Belleza, desde mis primeros días, fueron sin duda las canciones de mi madre. Años más tarde, fueron ellas también quienes me enseñaron a escribir poesía antes de que supiera escribir.

Si el día que sea viejecita y «se me vaya la olla», aún conservo el perfume de una rosa o de las hojas de la hierbabuena, si aún vive refugiado en mis neuronas sitiadas algún retazo vocal-auditivo de emoción, de hermosura, quizás no esté todo perdido. Quizás haya esperanza.

Cálidos rinconcillos

En los momentos más sombríos, me asalta a veces la sensación de que no hay un lugar para mí, ni en el mundo físico ni en el virtual. Como para desmentir tal percepción, por lo demás completamente subjetiva, me encuentro en ocasiones con escritores, a quienes en justicia he de llamar amigos, que me han hecho un hueco, un rinconcillo donde descansar de la hostil intemperie, en sus mundos de letras, algunos de los cuales he tenido el honor y el privilegio de acunar en mi regazo antes de que vieran la luz. Mary-Luz Castro, en sus Cartas desde la azotea; Santiago Gallego, en sus Seis piezas de LIJ; algunos otros cuyas obras aguardan pacientemente a ser publicadas… El último de estos regalos que me ha llegado me lo ha hecho J. E. Álamo en su novela Penitencia. Cierto que lleva ya un tiempo publicada, y que una hadita buena me había adelantado en su momento estas líneas entrañables, pero no es lo mismo verlas impresas, ¿verdad?. Un poco sonrojada, las transcribo aquí del ejemplar que ha anidado hace poco en mi casa bajo las estrellas:


«A Mª Isabel Redondo porque en su día, tras leer la primera versión de Penitencia, me dijo que yo era capaz de hacerlo mucho mejor. Lo he intentado, Isabel, y si no lo he conseguido, no ha sido culpa tuya».


¡Gracias, Joe!


Artículos relacionados: Tom Z. Stone.


El hada Julia


Vive junto al mojón olvidado. Uno que queda de cuando por en medio del pinar atravesaba una carretera que ya nadie recuerda. No se sabe si nacional, comarcal o vecinal, porque el color ha desaparecido y el número del kilómetro está medio borrado. Podría ser el 13.

Era una niña y estaba jugando a las casitas, con unas piedras para delimitar las paredes y unos pedazos de tiestos de los de recoger la resina que hacían las veces de cacharritos.

Su padre y sus hermanos se habían alejado. Les gustaba jugar a perseguirse y trepar a los árboles. Pero ella corría muy poco y le daban miedo las alturas. Así que decidió montar su casa en medio de los arbustos, del olor a verano de los pinos y del silencio que habían dejado en su lugar «los chicos», salpicado de vez en cuando por los trinos de algún pájaro.

De cena, porque en el juego era una señora mayor y estaba cenando, tenía un montoncito de piñones. Los fue cascando poco a poco sobre una piedra plana. Calmó el hambre con su sabor tierno y jugoso y suspiró satisfecha.

El sol caía de plano, calentaba la arena y las tamujas y las flores amarillas. Hasta en el círculo de sombra encogida de «su» pino calentaba de más. Y el calor fue una manta con olor a resina. Los pájaros callaron, y el silencio sin brisa fue una nana que la obligó a dormir…

Cuando despertó, habían pasado cien años. ¡Había caído en el encantamiento del pinar! Ella era una señora hermosa y alta. Entendía el lenguaje de los pinos, la canción del tomillo y la retama mecidos por la brisa, la lengua de los pájaros… pero había olvidado el camino que la llevaría a la ciudad, a casa…

Y vive allí, en su casa inventada junto al cantón kilométrico que nadie recuerda ya. Es un hada del bosque y se alimenta de la brisa, de los rayos del sol que caen entre las ramas.

Ahora tendrá que descubrir en qué consiste su trabajo.

Tendedero

Para J. E. Álamo

La luz brinca de alegría
entre los mil colores
de la ropa que tiende mamá.

Mamá canta
coplas de amor
mientras la va sujetando con pinzas
malvas, verdes, azules…

Amante de abril y mayo,
moreno de mi pasión,
te llevo como a caballo
clavado en mi corazón.
Yo voy diciendo los nombres de los colores.

Mientras tanto,
las camisas, los calcetines y los manteles
juegan al corro de la patata
en el tendedero-molinillo
que gira y gira.

Ropa tendida en un patio de luces

martes, 14 de junio de 2011

Luna llena "veraniega"



La luna llena que me ha saludado de camino a casa, en esta primera noche «veraniega».

miércoles, 8 de junio de 2011

Tom Z. Stone

De J. E. Álamo.

«Eran las tres de la mañana. Tenía al gato en el regazo, la petaca al alcance de la mano, el enésimo cigarrillo humeando entre los labios y la puta prensa tirada por el suelo. Hay noches en que ni el viejo Jack Daniel’s consuela.
Pensaba seguir con el caso al día siguiente. Tení un par de ideas».


Portada de Tom Z. Stone¡Bien! Una historia donde triunfan, al menos en parte, la justicia, el amor y la ternura. Una historia «de zombis» donde el «prota» es el zombi… y encima es el héroe. Uno de esos héroes del género negro que son más bien antihéroes; por eso resultan tan creíbles, tan reales. Una novela de género negro «clásico», que incluso está narrada en primera persona en un tono coloquial y políticamente incorrecto que me encanta. ¿Cómo no iba a estar Tom de vuelta de todo, si hasta volvió de la muerte? Y, pese a esta extrañeza, ahí están todos los elementos representativos del cine negro (perdón, de la novela negra): la secretaria, la chica mala, el amigo poli, el gánster…, sin olvidarnos de los colegas Jack y Camel. Mientras la lee, uno la ve en blanco y negro, en pantalla grande.


Ah, y por si fuera poco todo lo anterior, una novela divertidísima. Lo más divertido de cuanto he leído del autor. Lo cual no le resta ningún mérito, sino todo lo contrario. Con esto no quiero decir que sus demás obras no sean buenas, ¿eh?


En la trama no me han saltado cabos sueltos. Desde luego, sospechaba de algunos personajes, que están ahí para eso.


La música, importantísima para Joe (y para mí) también está presente en esta novela.


La alternancia de la narración con los otros textos tipo crónica periodística, aparte de «fastidiar» al lector —¡No me lo cortes ahora, hombre, que estaba en lo más interesante!—, je, je, le da un aire de verosimilitud bastante conseguido. Aunque en ocasiones lo «mata» un poco la exageración con los nombres (Lucille S. Diamond, T. A. Edison, ¡J. E. Poplar! :-) y un largo etcétera). Creo que esta es la única pega, pequeñita, que le puedo poner. Aunque realmente tiene su explicación, como podemos comprobar según avanzamos en la lectura.


No sé si el que aparezcan elementos comunes del universo de J. E. Álamo, como el Piojoso o Los Llanos, ayuda a apuntalar dicho universo o a desintegrarlo, puesto que en el mundo de Tom Stone hay zombis y, por ejemplo, en el de El Enviado no. Pero a mí también me gusta hacer esas cosas.


Así que, ¿qué voy a decir? Que me ha encantado. Que me lo he pasado estupendamente leyendo esta novela y que me he reído con ganas. ¡Enhorabuena! Gracias por escribirla. Ya estoy deseando leer la nueva aventura del bueno de Tom.



Aquí podemos escuchar una Entrevista al autor.

domingo, 29 de mayo de 2011

Tiovivo

Para Ana María.

Préstame a tu niño chico
para cogerlo en mis brazos
y subírmelo al tiovivo.

Que su risa de colores
cabalgue en los caballitos.

Déjame, madre, a tu niño
para subirlo a la torre
y cobijarlo en mi nido.

Que alados sus sueños sueñen
entre las plumas dormidos.


Mir. Burgos, 27 de mayo de 2011

jueves, 26 de mayo de 2011

Donde germinan los sueños

El silencio es la tierra donde germinan los sueños.

miércoles, 25 de mayo de 2011

A bordo de un cuaderno azul

A bordo de un cuaderno azul
iban mis sueños.

Las páginas de nieve
y las letras bordadas
se trocaron en bits-interruptores.

Los sueños, poco a poco, envejecieron.

Candil de la guarda

Se quebraron las palabras
en aguijones de hielo,
porque en el laberinto
no hay salida.

Mientras,
el candil arde,
extramuros,
angélico,
aguardando,
velando
junto al pino sangrante
de mi ánimo maltrecho.

domingo, 8 de mayo de 2011

Añoranza

Tan dulce es añorarte
como triste es medir la distancia
entre verdad y sueño.

jueves, 28 de abril de 2011

Confluencia imposible

De extremo a extremo
las orillas se llaman
sin encontrarse nunca.

Pintaba estrellas

Pintaba estrellas
en las esquinas blancas de los folios.
Cornucopias astrales.

Dios derramaba
su gracia desbordante sobre el mundo
por su ventana abierta.

Florecían los sueños
y ardía la Esperanza.

¡Cuánto tiempo ha pasado!

Me hice adulta, vieja...

Me hice adulta cuando Dios me dejó decir la palabra «desesperada». Me hice vieja cuando olvidé mis sueños.

Calibrando

Cuando los sueños son apenas jardines de lágrimas artificiales
y la Esperanza es una hoguera extinta,
dime tu nombre,
la dirección postal completa de tu nido
—«Señor, ¿en dónde moras?—.
Acaso pueda
programar mi GPS vacilante
para encontrar tu abrazo.

CUENTOS DE NUBE Y MIEL. Cambio de fechas para la presentación de Alicante

Ahora la presentación en Alicante será el día 13 de mayo, viernes a las 20 horas;))
Han ajustado las agendas
UFFFF


Artículos relacionados: Cuentos de nube y miel.

miércoles, 27 de abril de 2011

Allende mi soledad-refugio

Allende mi soledad-refugio
cantan un gol
mientras mi corazón, brazos en alto,
tiende a su asíntota imposible: Alegría.

martes, 26 de abril de 2011

Cuentos de nube y miel

Literatura Infantil y Juvenil






Portada de Cuentos de nube y miel
¡Estamos de enhorabuena! Como cuando le nace un nuevo niño al mundo. Porque, el pasado 23 de abril, Día del Libro, nos ha nacido en Alicante este chavalín imaginativo, entrañable y vital titulado Cuentos de nube y miel. Las felices madres, alicantinas ellas, son María Ángeles Salas Moneo y María Mercedes Tormo Muñoz, que nos harán soñar, acaso trasladándonos por unas horas mágicas a los lugares de nuestra propia infancia, esos que aún conservamos en lo más íntimo del corazón. Duendes, hadas, animales y niños serán nuestros guías y compañeros de viaje a este mundo fantástico, que anida tan fuera y a la vez tan dentro de nosotros.


Pero estos cuentos no serían los mismos sin las ilustraciones de Pilar Limiñana Ruiz y María Sierra Varo Atalaya, capaces de hacernos ver el mundo bajo el caleidoscopio de la alegría.


Así que ya sabéis: quien quiera, aún está a tiempo de acudir a la presentación de Cuentos de nube y miel. Será el viernes 13 de mayo, a las 20:00 h., en el Instituto Alicantino de Cultura Juan Gil-Albert, C/ San Fernando, nº 44-Casa Bardín, Alicante. Está prevista, además, una presentación en Madrid, que anunciaremos oportunamente.


viernes, 1 de abril de 2011

Abrazar este sinsentido

De algunos mensajes escritos entre ayer y hoy:

«¿Y si lo que se me pide es precisamente abrazar este sinsentido y hallar en él el secreto de la dulzura?».


«¿Será Dios quien lo recoja todo en sus manos y le dé sentido? ¿Será así de sencillo?».

Regalo de lluvia y sol

He aquí el regalo que la lluvia y el sol nos hicieron el viernes pasado.


sábado, 19 de marzo de 2011

Haikus

La luna llena
se ha enganchado en las ramas
del membrillero.

* * *

Cantar tu Nombre.
La dulzura del mundo,
aquí y ahora.

jueves, 10 de marzo de 2011

Cepilla el sauce







Cepilla el sauce
su larga cabellera.
De espejo, el río.

miércoles, 9 de marzo de 2011

Cuaresma

Tiempo de descubrir las gracias y las dulzuras, de sentirnos abrazados por Dios.

martes, 8 de marzo de 2011

Errantes

Las lágrimas no nutren,
ni destrigar el trigo,
aventar la Esperanza,
como hoy se hace
alimenta en nosotros llama alguna
ni le aprovecha a nadie.

No es lícito escribir, si es para esto.
En mitad de la noche,
que al menos mis palabras pongan marcas
de orientación
que percibir con nuestro bastón blanco
de huéspedes errantes.

lunes, 7 de marzo de 2011

Farolas de vainilla

Contra el gris azulado del alba, farolas de vainilla.


domingo, 6 de marzo de 2011

Aunque todo está a oscuras...

Aunque todo está a oscuras, me cogeré de Tu brazo, confiaré y no temeré.

jueves, 17 de febrero de 2011

Sorpresa

Cuando se fue la luz, bajé al sótano en busca de una vela. Solo entonces descubrí que allí, entre tanto trasto, guardaba una estrella encendida.

vela-estrella

Vallado enésimo

Sin ruido
cual la luna poniente,
me iré un dia
de ese mundo vallado entre cien mundos
que me hizo enrebujarme
en canción sordomuda.

Pues no debo --¡no debo!--
permitir que encarcelen mis alas
(si en algo estimo a los que me las dieron).

Porque el número n,
al que tienden algunas sucesiones
--¡incluso él!--,
tiene un valor finito.

Y si falta en los mapas
de tinta o de pixeles
un rincón para mí,
construiré una cabaña
con los restos de mil naufragios.

Las palabras son ágiles:
vuelan gozosas por sobre los rediles
camino a las estrellas.

Artículos relacionados: Las palabras son ágiles; Vallas.




miércoles, 16 de febrero de 2011

Jazmines y nieve

A Mary-Luz

En tu tierra de las Islas Azules florecen los jazmines. Entretanto, en la mía, el cielo llora por nosotros con lágrimas entrecanas.

jazmín

jueves, 10 de febrero de 2011

Fui un árbol, tuve flores

Fui un árbol, tuve flores
y tal vez algún fruto.
Ahora sueño con volver a mis raíces.
Porque nadie sino yo es mi propia carcelera
y mi propia fiadora.

miércoles, 2 de febrero de 2011

Brindis

Brindo por la hermosura de los días hermosos,
por la dulzura de los helados perdidos,
por descubrir el mundo del brazo de mi madre,
de la mano de mi padre,
de las palabras de mis hermanos
y de mis primos.
Por la Vida que me dieron, con mayúscula,
mucho más que un mero darme a luz:
darme la luz.
Por los amigos del alma, cercanos o lejanos.
Por los gozos y dolores, orografía del corazón.
Por las letras y notas que entretejen canciones.
Por la respiración que calma
y por las lágrimas que curan.
Brindo contigo, Padre de los astros,
que a cada uno llamas por su nombre
y en tu regazo nos sostienes.

Los idiomas del alma

Escrito por el placer de escribirlo

Ella sabía leer en Braille. Él sabía leer en tinta. Pero, desde hacía algunos años y gracias a la tecnología, ambos compartían los mismos archivos informáticos: Millenium, La elegancia del erizo, La ladrona de libros, La soledad de los números primos, Soy un gato, La insoportable levedad del ser

Vivían en una torre altísima, cerca de las estrellas cuyos hermosos nombres él le enseñaba con paciencia. Rincón acogedor. Un universo ordenado para ella, donde los centímetros eran su brújula, refugio compartido que construyeran a partir de una ruina herencia de sus antepasados.

Le gustaba mirarla mientras trabajaba. Volaban sus manos sobre el teclado en pases mágicos, y las palabras del inglés o el francés se vertían al castellano con la misma facilidad con que cantan los niños. Eso percibía él, por más que ella le asegurara que todo el tiempo tenía que estar consultando diccionarios y referencias.

Obsesionado por la luz, que desde siempre había condicionado en gran medida sus estados emocionales, él fotografiaba y pintaba, tratando de captar la maravilla inaprehensible de la vida. «A veces, el secreto del mundo se oculta en un rayo de sol que da de lleno en un vulgar cubo de agua», aseguraba.

A falta de hijos físicos, concibieron entre los dos un libro. Ella puso las palabras, que no eran prosa ni poesía pero que resultaron capaces de decir mucho más de lo que permitía la simple lógica. Por su parte, él aportó las imágenes, trozos de realidad que sugerían mundos enteros. Una obra digna que, a falta de padrinos, terminó en las estanterías de los amigos del alma, sin reconocimiento universal pero mimada como una princesa.

Nada hubo en su vida de extraordinario, porque lo extraordinario era para ellos el día a día. A la hora de salvar abismos, se afanaban en tender puentes con sus manos, con su cuerpo o con su alma, con cuanto fuese necesario para salvaguardar su nido de intimidad gozosa.

Mas cuando vino el dolor, las lágrimas de ella estimulaban las de él y viceversa. Se retroalimentaban, amplificándose como la luz coherente de un láser. Optaron por la separación para no destruirse.

Y, pese a la distancia, sus mundos permanecieron siempre conectados.

En el pequeño cementerio que baja hasta el mar en ladera de hierba hay, sobre una sencilla tumba gris, una pequeña placa de bronce en la que puede leerse, en código de ciegos y videntes:

Manuel Zúñiga y María Amparo del Val
Donde confluyen los idiomas del alma

miércoles, 19 de enero de 2011

Las rayas del paso de peatones...

Las rayas del paso de peatones juegan al sí y el no de los contrarios.

Dulzura orientada

La dulzura es un tesoro escondido en la vida, entretejido de modo inseparable en la urdimbre de esta. Como sucede con el sol, siempre está ahí —no puede permitirse el lujo de no-estar—, aunque a veces, por largas temporadas, las nubes grises o la niebla la oculten a nuestra vista. No es la realidad, sino nuestra percepción de la realidad. En las circunstancias en las cuales nos hallamos inmersos, lo que debiera ser tan natural como el acto de respirar se convierte, más que nunca, en un imperativo perentorio: recordar conscientemente que está ahí, anclarnos a la vida por medio de los pequeños detalles. El estado alterado en que vivimos convierte esta función natural de nuestra mente-espíritu en un trabajo de descubrimiento.

La dulzura es la leña menuda que alimenta la llama de la Esperanza.

Así podremos decir con el salmista: «Me ha tocado un lote hermoso, me encanta mi heredad».

lunes, 10 de enero de 2011

«El árbol de las palabras»

A lo largo de su vida había recogido tantas palabras que ya no le cabían todas en el hatillo. Así pues, aquella mañana gris, dejó de caminar, soltó el bulto de su palo y lo depositó amorosamente en el suelo de losas de la plaza, con el nudo hacia arriba, como un saquito. Lo desató, metió los pies en él y se quedó ahí plantado, con los brazos abiertos en uve. Dejó a la nieve acariciarlo con sus copos, a la lluvia regarlo con sus lágrimas, al sol cantarle su canción ambarina... Ahora, cuando el viento pulsa sus hojas cual arpista encantado, resuena el eco de las palabras que otrora recogió por los caminos del mundo.

Nota: tomo prestado el título «El árbol de las palabras» de La ladrona de libros, la magnífica novela de Markus Zusak.

Fuente-lazo


En la rotonda,
la fuente es flor y es lazo:
palabras de agua y luz
que dan la bienvenida.

domingo, 9 de enero de 2011

Punto cero

Este microrrelato ya no llega a tiempo a la SER.

Nadie, en varios kilómetros a la redonda, sabría decir su nombre. Su mente la ocupaba por entero el resplandor de la explosión.

viernes, 7 de enero de 2011

Cumpleaños

Hace un año, tal día como ayer, me hice un regalo: las páginas en blanco de este blog. Desde entonces, cuántas regalos he recibido, materiales e intangibles.
Gracias a los que me acompañáis y me animáis para que siga adelante. Gracias a Dios, que me da las alegrías y las tristezas, envueltas con los lazos de la vida.
Sin duda, los Reyes han sido generosos conmigo. Ahora y siempre. Mi tarea es aprender el arte de aceptar y dar las gracias; nada fácil.
Que este año que aún tenemos entre las manos, tembloroso como un pollito recién salido del cascarón, nos traiga a todos un poco de Alegría y Esperanza. Que así sea.

miércoles, 5 de enero de 2011

Noche de Reyes

Quién volviera a ser niña en esta noche de estrella y de magia, en esta madrugada de piececitos ligeros, de ilusión encendida en busca de regalos. Tener la confianza en haber sido lo suficientemente buena para no hallar vacíos los zapatos del colegio. Creer aún que los prodigios existen, que forman parte de la vida cotidiana.

A los adultos, la luz de la estrella de oriente trata de recordarnos que la vida, la propia vida, acaso rutinaria, envuelve como papel de seda gris alguna que otra sorpresa de colores que nos regala el Padre de los Astros. Cualquier día: los números no son importantes.


Así que limpiad bien vuestros zapatos de cristal o vuestras botas de siete leguas, no vaya a ser que mañana por la mañana encontréis junto a ellos un paquete…