El blog de María Isabel Redondo.
Cita: de estos aires nunca se preocupa uno desde el valle.
Imagen: una niña sentada en un valle. A su espalda está el mar y, más allá, una montaña azul en cuya cima brilla una estrella.

Imagen:La niña se ha puesto de pie, y ahora mira hacia el mar, la cumbre y la estrella.

martes, 17 de julio de 2012

Tercera generación

          A ella se le pusieron los ojos violetas, y él besó cada uno, como besó cada una de sus lágrimas de nostalgia por un lugar en donde nunca había vivido. Fue y le alquiló una casa con blancas galerías de cristal en aquella encrucijada de caminos de lluvia por la que suspiraba su corazón. Y allí la dejó, al cuidado de una monjita de hábito gris que hiciera voto de silencio y servidumbre por un año.
Tras las largas visitas a la catedral de piedra por escaleras interminables, la hermanita trataba de curarle la melancolía con dulces de canela, y por las noches la arropaba bajo el edredón estampado de rosas.
Cuando él regresó al fin, fue para ella como abrir los regalos la mañana de Reyes.
Él sabía. Sabía que muchos rasgos saltan una generación. Sabía que en el diario del abuelo de su esposa estaba escrito: «Llevadme a los Prados Hondos para que pueda llorar».

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