«Déjalo marchar».
J. F. Moratiel
Preciso es aprender a desanclarte
de mi corazón niño
igual que un globo rojo.
* * *
Aprender a vivir cada día
sin la luz de tu puerta entreabierta.
Del hogar quedan solo cenizas.
* * *
Bordará el sol tu nombre en los arroyos
y ya no será mío
para decirlo suave como un mantra.
* * *
Acunar la nostalgia de tu nombre
perdido para siempre.
Van los ríos al mar
y al viento las palabras.
* * *
Columpiarme en los brazos
de la tristeza
para luego dejarte marchar.
* * *
Destrenzada mi alma,
descalza mi alegría,
lloro tu ausencia.
Gracias, Mir.
ResponderEliminarUn abarzo