Y que lloren las fuentes
y que sigan llorando,
que murió mi granado preferido,
el que yo amaba tanto.
Que las procesionarias
sigan procesionando
y los pinos gimiendo sus penas
cual mástiles de un barco.
Que me envuelva la niebla
con su empapado manto
y que sigan volando las estrellas
camino de Santiago.
Triste y precioso :')
ResponderEliminarGracias por asomarte a este rinconcillo de mi alma.
EliminarMe gusta mucho, Chab. Empieza una historia, ya.
ResponderEliminarGracias, mi niña.
ResponderEliminarMenuda "historia" tengo yo aquí y ahora, con eso que llaman "los afanes de la videa" :-)
Besos.