Lo profetizaron los antiguos libros: un día, las criaturas aladas arribarán desde sus propios mundos, atraídas por el fuego de nuestro hogar común. No vendrán de vacío, sino que cada cual traerá consigo su carga de amarguras, anhelos y esperanzas: tanto los suyos como los de la tierra que le vio nacer. Historias, poemas y baladas en docenas de ritmos, en docenas de lenguas. Tesoros destinados a acrecentar la riqueza que conocemos con el nombre de acervo. Palacios de versos y palabras cuyos sótanos guardan, en cofres de oro, los zafiros, rubíes y esmeraldas de los sueños y de las emociones.
En el seno de la noche, la Historia, nuestra historia, se recontará una y otra vez, siempre la misma y siempre nueva, deshaciéndose y rehaciéndose como la clepsidra de las mareas del Tiempo.
Mabela de Nai
Mir, 25 de mayo de 2010
Precioso y profético. ¿Hay un "continuará"?
ResponderEliminarUn besito, querida Mir.
El "continuará" es cosa de los "Hipogrifos" alados.
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