1
Quién diría que una vez, muchas en realidad, esperé aquí los trenes. ¿Quedará aún el eco de mis pasos errantes, la ritmica canción de cuna ferroviaria o un chirrido de ruedas metálicas deslizándose sobre fantasmas de raíles paralelos, oculto bajo este parque casi recién nacido?
a ningún paraíso
ni mi mano tendida encuentra apoyo
ni aun mi corazón.
en esta luz arbórea de la tarde.
2
No me llevan mis pasos vagabundosa ningún paraíso
ni mi mano tendida encuentra apoyo
ni aun mi corazón.
en esta luz arbórea de la tarde.
3
La luz del atardecer soñó con ser vidriera, y se transparentó a través de un racimo de lágrimas.
Precioso, Mir. Gracias.
ResponderEliminarUn abrazo.
Las que tú tienes :-)
EliminarOtro abrazo.
Bonito.
ResponderEliminarBreve XD
Eliminar.
.
.
Gracias. Son varias instantáneas que tomé una tarde mientras iba caminando, y paré para escribirlas.