La palabra gracias nos parece demasiado sencilla cuando las circunstancias nos abruman, cuando, en uno de esos raros momentos de magia, la Vida «se estira un poco», invitánonos a degustar un sorbo del dulce vino de la Alegría. Quisiéramos otro vocablo más «exótico», capaz de contener en sí mismo y de expresar la emoción de la dicha inefable, efímera como todas las dichas… Pero esa misma sencillez, comparable a la de la luz del sol sobre el agua o a la de un fuego de leña, es la que nos hace posible pronunciar la misma palabra ante el frío, la nieve incluso, que a menudo nos envuelve como el manto nuestro de cada día.
querida Mir
ResponderEliminarNo se podría expresar mejor, ni de una manera más bella.
Gracias por este rinconcito.
Un beso.