Canción gris. Lluvia. Ronroneo diésel.
Colores, los de los paraguas,
los de cien mil anuncios.
Luz-vida, la de los semáforos.
El agua torrentera codifica el mundo en fideos de cristal
al otro lado de la ventanilla del bus.
Náufraga en vida,
camina mi Esperanza,
sin paraguas,
casi al vuelo
sobre las obras de color arcilla
mientras recuerda
—todo me va minando—
que la mina es un pozo.
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