Ya van dos jueves que, desde un lugar llamado parque de la Estrella —¿os imagináis un parque ubicado en una estrella? Yo sí—, Lucía, Alejandro, Elena y Erea me mandan sus besos vía SMS. Son besos infantiles, alados, semejantes a mariposas verdes, celestes, amarillas y rosas que rozan mis mejillas y luego se quedan revoloteando a mi alrededor, como si quisieran, sin llegar a lograrlo del todo, tejer un manto que me protegiese de tantas cosas…
Gracias, niños míos. Que vuestros besos alados contribuyan a sostener el mundo.
Gracias, niños míos. Que vuestros besos alados contribuyan a sostener el mundo.
Que esos besos alados se multipliquen, querida Mir.
ResponderEliminarbesos de colores.